“El humor es nuestro escudo más poderoso frente a lo horrible de la cotidianidad”
Si esta fuera una entrevista normal, comenzaría diciendo que me encontré con Nahuel en un bar o que le visité en su casa de Parque Patricios. Describiría cómo estaba vestidx y contaría si conversamos entre silencios o risas. Enseguida, desplegaría las preguntas y las respuestas de la charla, que hubiera transcripto días después en mi casa. Nunca hablaría de mi casa ni de mí. Probablemente, mencionaría que Nahuel llevaba las uñas de las manos pintadas con esmalte fucsia y que las movía al hablar. También podría referirme a mi percepción de su energía ese día, de su estado anímico. Pero no. No sucedió de la forma tradicional. Y considero que eso encaja perfecto con quien entrevisté, con su obra y, sí, con su actual reportera.
A mediados de diciembre de 2017, en una publicación de Facebook, un joven destaca la canción “Martes de mediodía”. Agradece porque dice que lo ayudó a sobrellevar una ruptura amorosa. La curiosidad me teletransporta a Youtube. Es amor a primera oída. Tengo la mala costumbre de picotear canciones y no dar oportunidad a los discos enteros. Sin embargo, escucho Guerrera/Soldado cuatro veces el primer día. Googleo a ver quién está detrás y no encuentro más que una entrevista a Nahuel en un programa de radio. ¿Cómo es que este disco no es superconocido? ¿Por qué aún nadie llenó de preguntas a estx gran músicx? Pienso que a mi juego me han llamado. Lx contacto por mensaje privado de Facebook y le propongo la entrevista.
Cuando me contesta, tres días después, ya me sé todas las letras del disco, y también –al haber investigado mejor– que existen varias entrevistas, que ya tiene una carrera en el under y que es unx de lxs recientes ganadores de la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires.
Acepta mi propuesta, me pasa su número de teléfono para coordinar y agrega que prefiere hacerla vía mail si se publica escrita. Eso último me desanima, pero en ese momento no se lo digo. Mes y medio después, voy caminando por la calle casi bailando –como cada vez que escucho la canción “Sailor Moon”– y vuelvo a sentir que necesito hacer una oda al disco y que el medio ideal sería una entrevista a su autorx. Entonces, le escribo por WhatsApp.
Propongo algo intermedio: coordinar un día y chatear. Así al menos puedo repreguntar. Soy consciente de que no tengo un medio gráfico y por eso entiendo que no te entusiasme. Pero la verdad es que me parece que por e-mail pierde toda la magia.
¡Hola! Te propongo otra cosa parecida: tengamos una conversación real de WhatsApp. Mandame pregunta, cuando puedo te respondo, cuando podés me mandás pregunta, etc. No tengo problema con que dure días. Pero coordinar un horario en este momento me parece re difícil. ¿Qué pensás?
¡Hecho! ¿Puedo preguntar de cualquier tema o preferís que me aboque a lo musical?
Preguntá sobre cualquier tema y, si algo me incomoda, te lo voy a decir.
15 DE FEBRERO DE 2018. Arrancamos.
Según leí, la música ocupa casi todo tu universo desde siempre. ¿Te hubiera gustado dedicarte o te fascina alguna otra actividad?
Cuando era muy chico quería ser actor. Mi plan en la vida era ser Jim Carrey. A los 6 o 7 años ya era muy amante de la música y quería ser baterista. Estudié guitarra, bajo, piano y canto, e hice una carrera de composición. Sin embargo, nunca estudié batería. En algún momento me interesó mucho escribir. Escribía mucho. Y leía muchísimo, todo humor siempre: Leo Maslíah, Woody Allen, Groucho Marx, Alfredo Casero. Me descargaba los guiones de The Kids in the Hall y de Les Luthiers. Ahora soy unx pésimx lectorx y ya no escribo más que letras de canciones. No sé si te estoy respondiendo, jaja.
Creo que me hubiese gustado ser actor, humorista y escritorx o guionista de humor. Nunca me animé. Me parece que para escribir humor hay que sentir la certeza de que algo va a ser gracioso, aunque lo estés escribiendo solo en tu casa, y eso me abruma. Con las canciones siento que es un poco menos subjetivo.
¿Y tenés antepasadxs artistas?
No tengo familiares que se hayan dedicado al arte. Unos primos tuvieron una banda punk y ahora tienen una banda de cumbia. Y tengo un tío que es abogado y actor. Pero lo de la fascinación con la música y el arte y lo de no poder soportar dedicarse a otra cosa fue una falta de adaptación social mía.
¿Por qué “falta de adaptación social”?
Porque desde chicxs nos someten a la tortura de la escuela solo para que entendamos los horarios y los tiempos del trabajo que al día de hoy sigue siendo esclavitud, aunque se hayan logrado unos cuantos derechos sociales. La escuela nos enseña a levantarnos a horarios jodidamente de mierda para encerrarnos 8 horas (yo iba a jornada completa) en una institución, en un edificio frío, hasta estar lo suficientemente cansadxs como para no querer hacer nada más que dormir. Y, eventualmente, vivir los fines de semana. A mí siempre me fue muy bien en la escuela, cosa que demuestra que pude adaptarme bastante, pero veía cada materia como un obstáculo que tenía que lograr pasar para dedicarme a lo que me gustaba. Ya a los 14 años estaba segurísimo de que quería dedicarme a la música y cuando terminé el secundario empecé a hacerlo: la música como término hiper amplio. Di clases de guitarra, programé bandas en un bar, hice sonido en vivo. Ahora hago más o menos lo que tengo ganas de hacer todo el tiempo. Conocí mucha gente talentosísima que necesitaba horarios fijos y cobrar lo mismo todos los meses y que no tuvo problema en ceder tiempo de su vida musical para tener más plata. Yo ya tengo una base de bajón constante aun haciendo lo que amo. Si me dedicara a otra cosa, muy probablemente, jugaría al ahorcado sin letras.
Entonces, en este caso es una virtud tu falta de adaptación social, ¿no?
No sé si es una virtud. La mayoría de los artistas increíbles que conozco son personas que realmente no pudieron funcionar en el esquema de la rutina y de la prudencia en las palabras. Si decís lo que pensás todo el tiempo, es imposible trabajar con jefes o directores que te piden que seas más idiota de lo que sos. En general, en los trabajos comunes a los que acceden lxs jóvenes, la creatividad no se desarrolla, más bien todo lo contrario. Hay una línea muy delgada entre tener una necesidad vital de crear y de expresarse y ser un inadaptado social.
Esto que me estás diciendo es un poco de lo que hablás en la letra de “Soldado”: "Vi caer a las mentes más nobles de toda mi generación/ reemplazar cumplir un sueño por ser o tener un dueño". ¿Te desilusiona eso de la gente?
Esa frase de "Soldado" creo que hace referencia al amor romántico. Me desilusiona cuando gente que tiene mucha belleza para aportar al mundo prefiere el combo clásico de la parejita, la casita, el autito y el bebito. Quizás allí radica su felicidad y yo no soy quien para desaprobar eso, sólo me genera tristeza toda la obra o el talento que nos niegan a todo el resto de la humanidad por seguir con la herencia que nos dio la Inquisición y la familia. A lo mejor, el proyecto familiar es mucho más interesante y profundo que el viaje del arte (que es bastante randómico y poco claro). Alcanzar tus objetivos, vivir paradx en tu horizonte puede estar bueno también. No lo sé.
Me interesa lo que recién dijiste sobre que tenés una base de bajón. Publicaste hace poco en tu muro de Facebook: "Si hay algo que permanece en mi vida, eso es la angustia y la inseguridad". ¿Por dónde viene esa angustia?
A medida que fui creciendo y abandonando algunos dogmas en los creía, empecé a sentirme más solx. No es nada raro. Tampoco es una depresión. Lxs que no somos depresivxs creemos que la depresión es simplemente estar muy triste y no, eso es simplemente estar muy triste. Pero sí, no te voy a negar que, pese a que cada vez vivo situaciones más emotivas a partir de mis canciones, siento una angustia constante que me acompaña en cada momento. Me la olvido un poco cuando estoy arriba de un escenario y veo en el público caras que me demuestran que algo está pasando con lo que hago, pero el resto del tiempo pienso que nada tiene mucho sentido. Volviendo a lo que te dije antes, para mí el humor es nuestro escudo más poderoso frente a lo horrible de la cotidianidad. También, vivimos en un país plagado de fachos. Pensar que posiblemente no vea un mundo mejor me angustia zarpado.
17 DE FEBRERO. Le paso tres preguntas juntas.
Estoy contradiciendo la propuesta de una pregunta una respuesta, porque sé que te aburrís fácil. Entonces, trato de meter la mayor cantidad de preguntas.
Jajaja. No me estoy aburriendo. No te preocupes. Me encanta esta modalidad de entrevista. Tus preguntas están buenas. Te respondo todo en unas horas.
Hablemos del disco. Guerrera/Soldado. Una vez dijiste que en las letras te gusta jugar a hablar desde diferentes personajes ficticios. ¿Es posible crearlos sin haber atravesado vos mismx ese recorrido de emociones e intensidades?
Posible es. No es fácil. A algunos cancionistas les sale con más naturalidad que a otros. Los Beatles fueron muy creativos inventando historias, personajes y experiencias. A mí no me sale tan fácilmente. Lo que en general hago (o creo que hago) es tomar una experiencia personal y exagerarla muchísimo para llevarla al drama o al humor. O ambas a la vez.
En otra oportunidad, dijiste que el disco refleja un rechazo y un cuestionamiento a las instituciones, puntualmente a la del amor romántico. ¿Cuáles son -si tenés- tus propias contradicciones respecto a eso que cuestionás?
El disco cuestiona algunas instituciones establecidas como la Policía, la Iglesia y también el amor romántico. Las contradicciones que tengo con el amor romántico no son nada nuevo ni creo que sean demasiado originales. Hay algo de la adicción al otrx, de la necesidad de que esté en tu vida y de la sensación de que completás la vida del otrx que claramente me gusta sentir, y si no lo pienso demasiado, puedo meterme muy profundamente en esa locura de la codependencia. Después recuerdo que la libertad individual es todo y bla bla bla bla bla, pero no voy a negar que tengo que pasar todo por un filtro racional y pensar mucho para no dejarme tentar por la falopa del corazón.
Pasados cinco meses de la salida del disco, ¿entendés por qué tiene tan buena llegada al público?
No tengo la menor idea. Fue muy sorprendente. Durante todo el proceso de composición y grabación de Guerrera/Soldado sentí que era un disco para mí y que no le iba a gustar a nadie, que iba a decepcionar profundamente a los que habían disfrutado del disco anterior y que quizás perdiera público. Una estupidez. De todos modos, no me importó, quería hacer ese disco de esa manera, con esas letras y con esos instrumentos, separando las canciones en dos supuestos EPs, uno electrónico y otro acústico. Hice lo que tenía ganas de hacer, compuse unas 40 canciones y seleccioné las 11 que me parecían que convivían mejor, dejando afuera unas 6 o 7 que me gustaban mucho. No sé por qué a tanta gente le gustó este disco, pero supongo que tiene que ver justamente con hacer lo que uno tiene ganas y no estar especulando con qué cosa le va a gustar al público o de qué manera modificar lo que hacés para que le llegue a más gente. La verdad que desde que pienso solo en el arte me va mucho mejor.
El 18 de febrero le mando más preguntas. Acá ya pierdo la noción de la cantidad de cosas que le estoy preguntando, recién me percato al momento de publicar la entrevista. Responde casi diez días después. En el medio, atajadas mías porque no sé medir por WhatsApp qué tantas ganas tendrá de seguir y disculpas de él porque tarda en responder.
27 DE FEBRERO.
¿Aburrirse y angustiarse fácilmente se ligan de alguna manera?
Creo que sí, por lo menos en mi caso. Me pongo metas muy altas, porque si no, me aburro y me deprimo. Pero soy tan obsesivx que cuando las alcanzo me deprimo más, jaja. Lo que más me aburre es saber lo que va a suceder. Necesito encontrarme mediocre en ciertas cosas para trabajarlas y mejorar. Cuando participo de proyectos en los que siento que no se me exige nada, empiezo a sentir que se me va la vida y vuelvo a tenerle miedo a la muerte. Flasheo.
¿Qué obras artísticas te propusieron una mirada distinta a la que tenías y por qué?
Me cuesta muchísimo responderte esto porque son muchas, inclusive algunas que ya no me gustan. Musicalmente, puedo nombrarte algunas cosas que me marcaron muy de niño: María Elena Walsh (muchísimo, tanto sus discos como sus libros), Leo Maslíah (ídem), Deep Purple, León Gieco, Charly García y King Crimson, por ejemplo. De chico flashé con los libros de José Mauro de Vasconcelos, con lo que leí de Borges, y era refan de Arthur Conan Doyle y de Pablo De Santis. En el mundo de la pintura, Miró me fascinaba, me gustaban mucho los gordos de Fernando Botero. A los 18 años vi Las damiselas de Avignon en el MOMA y me puse a llorar. Los mundos de Dalí me encantaban y también me habían impactado las imágenes que había visto en libros de Pollock y Rothko... En el cine lo primero con lo que flashé zarpado fue con Chaplin, luego con Woody Allen, con los hermanos Marx. Ya te dije que era refan de Jim Carrey, así que todas sus películas eran parte de los videocassettes que había comprado en el Parque Rivadavia y veía seguido. En el mundo de la TV, fui muy fan de Cha Cha Cha, aún conservo un centenar de vhs de Cha Cha Cha y TodoX2$. Me volvía loco Mister Bean, Monty Python's y Kids in the Hall. En el mundo del Teatro, me encantaba Fernando Peña y Les Luthiers. Bueno, obviamente también dibujitos animados, pero no recuerdos cuáles. Todo esto de muy chico, eh, 6 o 7 años y ya estaba fanatizado con el arte.
¿Todo de chico? Te cambiaron la mirada, pero a la vez era una mirada primaria, de niño.
¡Tenés razón! La verdad es que me FORMARON una mirada. Pero en ese momento en la tele ya existía Videomatch y a mí me gustaba. Y también pasaban a Olmedo y Porcel todavía. O sea que el mundo horrible ya existía, estos artistas me ayudaron un poco a mirar desde otro lado.
¿Cómo te sentís con la situación actual política del país? ¿Te interesa el debate con gente que opina distinto a vos?
Me interesa MUCHO el debate con gente que opina distinto a mí. El problema es que hace tiempo que no escucho opiniones, escucho esto a lo que ahora se le llama “posverdades”. O sea, esto de que si sos kirchnerista, ya sabés que a Santiago Maldonado lo mataron y si sos macrista, ya sabés que se ahogó. Pero también funciona al revés, porque si pensás que lo mataron, sos kirchnerista, y si pensás que se ahogó, sos macrista. Y no hay nada más. Es para pegarse la cabeza contra la pared y repetir: "¿En qué fallamos?" Hay un rebrote facho tremendo que me da náuseas y miedo. No puedo comprender por qué tanta gente le teme a la libertad del otrx, cómo puede ser que estemos tan atrasadxs en materia de derechos humanos básicos como el aborto.
La situación actual de la política en Argentina me pone muy triste. Yo ya estaba triste en el kirchnerismo, así que imaginate cómo son mis días con un garca como Macri de presidente con todo su grupejo de chetones que nunca pisaron tierra como ministros y diputados. La discusión de la gente llevada al nivel de si te cae bien o te cae mal unx políticx me parece muy pobre y le veo un panorama muy muy poco alentador a este país. Todos los días estamos un poco peor que ayer, y al que no le duele eso o es muy boludx o vive en un frasco o es realmente unx forrx que cuida de su familia y de los suyos y que el resto se pudra. Para mí el problema mayor de la Argentina es la confianza. Lxs argentinxs son personas que, en general, confían en lo que les dicen, creen lo que leen, creen lo que ven. Cuando llega Navidad, hay nenes que les cuestionan a sus padres que no puede ser que un hombre gordo barbudo les lleve regalos a todos los chicos del mundo, y otros que no se cuestionan nada. En general, lxs que no se cuestionan nada suelen ser más boludxs. Acá tenemos que desarrollar más la desconfianza. Un científico duda, desconfía e investiga para llegar a una verdad (que siempre resulta temporal, pero es su verdad por un tiempo). Si a vos te dicen en la televisión que la inflación bajó y vos te lo creés sin dudar o te dicen que los del gobierno anterior son todos unxs chorrxs y estos son unxs amiguitxs que te traen masitas para la merienda, y vos no dudás ni investigás ni desconfiás, lo más probable es que seas un boludo y que cagarte sea muy fácil. (Podés reemplazar a piaccere algún "boludo" por "idiota", "pelotudo", "tarambana", "marmota" o "bobote").
Tengo un poco de paja de responder el resto ahora porque las que se vienen me parecen las más interesantes y quiero responderte bien. ¿No te enojás si te contesto el resto mañana o pasado? Perdón por el timing, pero posta estoy haciendo mil cosas y contestar preguntas así no es tan simple.
No. Está bien. Hay tiempo, gracias. Mi jefa soy yo.
O sea que también sos tu propia esclava. Ja.
Lo cuestionás todo, Briones.
Sólo lo que puedo.
Las próximas respuestas llegan el 22 de abril, casi dos meses después. En el medio, intercambio de audios y le mando la lista de preguntas que me interesa hacerle. Al rato releo y le digo:
Las enumeré como el culo.
Responde por audio:
¿Por qué? 14, 15, 16, 15, 16, 17. ¡Está bien!
En mi época se contaba distinto.
Jeje.
Y agrega en otro audio.
Tu época es ahoraaa. Ah re hippie todo.
22 DE ABRIL.
Estamos en un momento de auge de la lucha feminista. Entiendo que sos de lxs que están en ese camino. ¿Registrás qué queda aún de machismo en vos?
Muchísimo queda. Me daría vergüenza decir que soy feminista. O sea, me siento así, claro, pero no siendo mujer y habiendo descubierto el feminismo hace menos de tres años me parece un poco chanta, un poco ladri levantar la bandera. Tengo una remera que dice "feminazi", la usé un par de veces y después me sentí un careta. La tenía puesta en España y estuve a punto de entrar a Alemania con ella y me di cuenta de que podía tener problemas, ja. A lo que voy: todxs tenemos un pasado y si bien podés cambiar y los cambios son bienvenidísimos, siempre (a menos que vires para la derecha) toda mi vida de niño, púber y adolescente la viví siendo un muchacho machista. Mucho menos que la gente que me rodeaba, muchísimo menos que los varones con los que me relacionaba, pero no me siento demasiado orgullosx de eso. No es difícil ser menos machista, menos homófobo o menos transfóbico que los hombres argentinos. Me conmueve zarpado lo que está pasando con el feminismo, siento que es como una banda independiente under que está llegando a un estadio. Tengo muchas amigas que amo profundamente que ahora están súper informadas, bien paradas y es hermoso haber vivido esa transformación de cerca. También me parece hermoso e increíble que quienes no somos mujeres nos empecemos a sentir incómodxs en situaciones. Inclusive cuando se nos malinterpreta; el solo hecho de tener que explicarnos bien y ser clarxs ya me parece positivo. Por otro lado, creo que se modificó groso la comunicación a la hora de tener una cita o de salir con alguien y yo, que soy un fan (de la época de Cemento) de la claridad y la sinceridad, me siento mucho más cómodx con las cosas claras.
Avancé un casillero, en cuanto pueda sigo.
Bueno, acordate de que podés contestar por audio. Antes de publicar te voy a mostrar cómo quedó, así que let it be. Mi idea era publicarla, pero ya no sé cuánto estoy forzando. Bueno, estoy medio en bebida. Beso.
¿En bebida? Ja. Pasala bien. No hay apuro para publicar nada, creo. Posiblemente terminemos haciendo la mejor entrevista que me hayan hecho.
“Embebida” quise poner. Pero no sé si significa borracha. Che, ¿puedo usar los intermedios? “Intermedios” creo que tampoco es la palabra.
Creo que son lo más interesante. Ja.
8 DE MAYO
En la letra de la canción Zigzag decís: “pero una cosa es la vida y otra la felicidad, como dos caminos en zigzag que en algún punto se cruzan”. ¿Podés mencionar algunas imágenes que se te ocurran de esos momentos de tu vida donde se cruzan?
Creo que buscarle un sentido a la vida es ridículo. Definitivamente no lo tiene, unx tiene que dárselo. Me la paso diciendo que lo único importante en la vida es ser feliz, pero después −cuando reviso mi agenda o recuerdo lo que pasó el año pasado y el anterior y el otro y el otro− me doy cuenta de que tuve poquísimos momentos de mucha alegría, que en general estoy re estresadx laburando un montón. Quizás el camino correcto sea el de la felicidad y, probablemente, andarlo toda la vida sea satisfactorio y beneficioso. Pero la vida es otra cosa. Otro camino, con decisiones jodidas (muchas en pos de que vengan cosas mejores después, pero jodidas al fin); con momentos estresantes que se cruzan con la felicidad, pero no todo el tiempo. Me re cuesta recordar momentos que sienta que fueron positivos para mi vida y que además fueron felices. En general esos momentos son más felices ahora, en el recuerdo, que cuando sucedieron.
Preferiste responder estas preguntas escribiendo, por si yo malinterpretaba al transcribir. Esto me lleva a preguntarte: ¿Te cuesta confiar en el otrx y perder el control?
No me cuesta confiar. Me entrego un montón. Pero antes necesito tener la certeza de que esa persona me va a agarrar si me suelto. Esa confianza la tengo en mucha gente con la que trabajo y hago proyectos, la tuve con personas que amé, la tengo con algunxs amigxs. Pero, lamentablemente, no la tengo con los medios en general porque me han pasado cosas muy desagradables. Desde un reportaje en el que el entrevistador decidió resumir todo lo que dije mezclándolo con frases de mis canciones −haciéndome ver como una persona a la que yo odiaría por descerebrado y pedante− pasando por una tremenda en la que me mandaron las preguntas para contestar y una vez respondidas decidieron cambiar las preguntas (!), hasta escribir párrafos enteros entre comillas con palabras que nunca usé, que nunca usaría y frases que no dije jamás. Por eso ahora pido siempre escribir mis entrevistas cuando se publican en modo gráfico, grabar (o salir al aire) mi voz cuando se emiten de modo auditivo o radiofónico, y filmarlas cuando se transmiten de modo audiovisual o televisivo. Me da pánico los rumbos que puede tomar el audio de la fusión de palabras. No es lo mismo decir "Acá llega Alicia" que "A Calle Galicia", no es lo mismo decir "Salvajes sus odios" que "Salva a Jesús, Oh Dios" pero suenan exactamente igual. Entonces, como ahí no es culpa mía ni del que transcribe esos fonemas como puede, siempre prefiero quedarme con una copia del texto original. Me sucedió una vez que una entrevista mía la compartió un escritor diciendo que yo era un idiota, porque di una opinión respecto de la relación entre los posteos y la poesía. Mucha gente me atacó y mucha otra compartió ese texto diciendo que yo era un cheto y un mediocre y bla. Me causó un poco de gracia el revuelo, debo admitir. Pero prefiero generarlo con algo que realmente dije y no con lo que el entrevistador o el editor entendió de lo que dije o quiso hacerme decir mediante su arma de comunicación masiva.
Se viene un nuevo disco, muy seguido del anterior. ¿Partís desde un concepto distinto que el de Guerrera/Soldado? ¿Cuál es tu desafío con el nuevo?
La idea original de Guerrera/Soldado era la de que fueran tres personajes. Salieron primero esos dos, porque si no, iba a ser un disco larguísimo. Pero ya estoy terminando el disco del tercer personaje. Se va a editar en julio de este año, si sale todo bien, y luego haremos una gira por Chile, Perú, Colombia y México presentando los dos discos juntos. La gira obviamente se va a llamar como los tres personajes juntos. El desafío fue el de continuar el disco anterior sin que pareciera del mismo artista, básicamente. No puedo contar demasiado por ahora. Lo único que puedo decir es que noté que, en general, en la música popular están las canciones de amor en presente ("amo lo que amas, yo te amo, te amo por amor sin doble filo"), las canciones de amor en pasado ("oh, vuelve, que sin ti la vida se me va") y las canciones de amor después del duelo ("el amor después del amor tal vez se parezca a este rayo de sol”). Pero que hay pocas que narren el comienzo del amor −que siento que es algo que más o menos hice en "Canción cataléptica" de mi disco El Cruce de los Unders− y de algo que todos sentimos alguna vez, pero que no sé si muchos hablamos sobre esto: el duelo del duelo. El vacío que te queda cuando la angustia se va, cuando ya no extrañás y cuando el odio/la decepción/el seguir enamorado o lo que carajo sea se van y no te queda ni siquiera el estar mal por la ausencia del otrx. Este disco que se viene creo que habla de esto casi todo el tiempo, del vacío dulce y elegante de la superación del duelo.
¿Vale saber el nombre?
Te puedo decir el nombre, pero lo haría confiado en que no se lo vas a decir a nadie. ¿Cómo hago? Bueno, termino acá por hoy, estamos cerca. Perdón por alargarlo tanto.
No se lo digo ni a mi gata.
Te estoy confiando algo muy importante, eh. Te lo digo.
Me lo dice. Cumplí en guardar el secreto. Ahora que ya salió el disco, puedo decir que hablábamos de El Nene Minado.
Gracias por confiar. Bien, Briones. Sos lo más.
Jaja, gracias.
Perdón, se me mezcla la fan con la entrevistadora.
Che, ahora necesito hacerte un par de preguntas. Porque yo termino los shows, saludo un poco y me encierro en el camarín, pero me gustaría saber qué te pareció el show del jueves, lo que me puedas decir al respecto.
Briones se refiere al primero de los cuatro shows que brindó en mayo en JJ Centro Cultural para despedir el disco Guerrera/Soldado, antes de arrancar la grabación de El Nene Minado. En principio, iban a ser solo dos shows, los jueves 3 y 10. Pero, a pedido del público “manija”, deciden agregar dos más.
Un poco te escribí en un comentario en Facebook. Es muy hermoso el público. Te chocás con alguien sin querer y tiene una sonrisa. Capaz te parece que no tiene nada que ver con vos eso, pero para mí sí. Después, opino que es muy disfrutable. Fui con una amiga que no te conocía y la pasó muy bien. La energía en tus recitales es muy buena y no superficial. Los del dúo Vergüenza ajena estuvieron geniales. El sonido, maso. Eso sería lo pedorro. Había gente moviéndose para encontrar un lugar en que se escuchara mejor.
Sí, sí, tuvimos problemas con el sonido. Nos fuimos medio enojados con ese asunto, pero pensamos que lo podemos resolver este jueves. Tocamos ahí en diciembre del año pasado y sonó re bien.
Sí. Yo fui en diciembre y fue distinto.
Ah, no sabía que habías ido en diciembre. Ese show sonó re bien.
¿Algo de eso me preguntabas o te estoy diciendo cualquier banana?
En verdad lo que más me interesa es saber cómo la pasaste vos, que te pasó a VOS con el show, con la lista de temas, etcétera.
No estaba preparada para el cambio de roles. Mi respuesta por chat fue insulsa, así que −siguiendo el modo de mi entrevistado−, me doy la licencia de elegir bien las palabras para hablar de mi experiencia como público. Aclaro que en mi entorno me tildan de fan porque asistí a los cuatro recitales. También piensan que estoy enamorada del músicx. No me hago cargo. No es mi culpa que la gente quiera meter al amor en cajas y clasificarlo.
El primer jueves fui junto con una amiga. Si te dejás llevar, en los recitales de Briones no parás de bailar. Los problemas de sonido se compensaron con el humor que suele ponerle Nahuel a los imprevistos en el escenario y con la potencia de la banda. De este primer recital conversaremos más en la entrevista. Esa noche, viendo la cara de las personas que se sabían las canciones de su disco anterior, decidí que debía soltar Guerrera/Soldado un ratito y darle oportunidad al Briones pasado.
Si describiera el segundo jueves, no podría dejar de mencionar la explosión del público. El escenario parecía trasladarse de arriba a abajo. Afuera llovía y hacía frío, adentro hacía calor y el piso era agua de sudor buena onda. Fui sola, así que pude darme el tiempo de observar con ojos de cronista y a la vez bailar extasiada como una más. Recuerdo que, cuando cantó “Zigzag” y habló de ese instante en que se cruzan la vida y la felicidad, pensé: “este es uno”. Esa noche ya estaba solucionado el tema del sonido. Saboreamos todas las canciones. Una de las letras más disfrutadas por todxs suele ser la de “Soldado”, bien podría ser el himno del nuevo amor romántico. Entre músicxs y público jugamos al juego de vivir por primera vez el beso en “Cuervos” de Nahuel e Ivi Colonna Olsen–cantante de Bife, quien lx acompaña con su voz poderosa en esa canción− y el salto desde el escenario de Briones y Daiana Leonelli –favorita de todxs− para unirse al pogo de “Sailor Moon”. Antes de irme, en el baño, comentamos con una chica sobre lo genial que había sido el show. Ella me dijo que conocía a Nahuel y lx escuchaba desde que compartían la escuela secundaria, que la alegraba que cada vez se sumara más gente.
El tercer jueves me dolía mucho la panza. Fui igual, porque conocía el efecto transmutador de estos recitales y porque a esa altura ya sabía que “Oh, mi amor, no todo es color de rosa”, pues me había entregado a los encantos de su disco anterior: El cruce de los unders. En los días previos, habían avisado que durante el concierto filmarían“Bailamos”, uno de los temas del nuevo disco que ya venía siendo uno de los pogos de los últimos recitales. En mitad del show, Nahuel encendió leña al micrófono: “Les aviso que el público del jueves pasado les ganó en potencia”. Eso cebó a la gente, pero el fuego prendió cuando –en el falso final del show− se improvisó un pogo de “Bailamos”. La forma más hermosa de llamar a unx músicx para que vuelva es con su propia melodía. Como en los conciertos anteriores, Briones mezcló canciones de todos sus discos: pasado, presente y futuro. No me gustó mucho que “Martes de mediodía” se convirtiera –con el correr de los recitales− en un momento cursi: muchxs abrazades y él cantándole un poquito a cada unx. Pero vale decir que todxs parecían disfrutarlo. Pensé en saludar a Nahuel al final, pero preferí conservar la libertad del anonimato para poder seguir siendo una fanática exaltada sin-vergüenza.
El cuarto show fue una fiesta otra vez. Obviamente, me enamoré de Lucy Patané, que tocó primera. Fui con un amigo que no conocía la música de Briones y quedó encantado. Nuevamente fue alucinante registrar cómo mi cuerpo robótico fue soltándose hasta el punto de sentir que me movía como quería. En “Carpe Diem” estuvieron de invitadas las eficaces y magnéticas Miau Trío: Rocío Katz, Mariana Michi y Rocío Iturralde. No exagero al decir que estábamos todxs disfrutando. Incluso vi saltar en el público a su productora y a otrxs de su equipo. Nahuel lo puso en palabras: "los queremos mucho". Tuve que elegir entre tomarme el subte o ver el final del show y elegí tomarme el subte, porque recordemos nuevamente que “una cosa es la vida y otra la felicidad”.
Yo lo quiero mucho a tu disco.
Aww, gracias.
¿Vos lo disfrutaste?
Me costó al principio. Pero sí, la pasé mejor que en diciembre de hecho. Estoy más contento con cómo suena la banda ahora. Y además hacer shows largos a mí me hace más feliz, porque me bajo del escenario con la sensación de que pude mostrar un abanico más amplio de lo que hago. Cuando toco diez temas, siento que muestro sólo una parte.
Claro. Cosas de músicxs. Yo sé de cosas de públicos. La gente canta tus canciones con muchas ganas. ¿El tema nuevo que toques el próximo jueves es para chapar también? Así me llevo un chongo.
Mmmm, no sé si es para chapar, es medio para pelearse, jaja.
Ah, jodido.
Re. Igual bienvenido el chongo siempre.
Copia link de “Futurito”, tema nuevo.
Tomá, te regalo esto (donde digo “dolor”, debí haber cantado “rencor”, pero me equivoqué).
Graciasss.
¿Cómo fue eso de que viste gente chapando en el tema nuevo del jueves pasado?
Estaban adelante de mí. Dos pibas y un pibe. Ellas, muy fans, bailaban y cantaban todas las canciones. Una de las pibas y el pibe se hablaban más y en el tema nuevo bajaron un cambio, se miraron, ella le acercó la boca y se besaron.
Ayyy, qué hermoso.
Es buen augurio.
Si ves eso de nuevo, acercate al escenario y decime. Así los hago subir y les digo: “Se ha forrrmado una pareja”. Ah re que no. Bueno, me voy a dormir. ¿Te veo el jueves?
Allí estaré.
¡Abrazo!
7 DE JUNIO. Por un montón de razones que no importan, tuve que postergar el armado de la entrevista. Le paso una pregunta que nunca contestará, como otras que quedaron flotando. Le comento:
Cómo torra este jueves sin recital tuyo.
Mal, una paja jueves sin show.
21 DE JUNIO. Le pregunto si cerramos o contestará lo pendiente.
Si no me odiás y te decepciono muchísimo, prefiero terminarla acá. Si no te respondo el sábado.
Me gusta que hable de decepción, que es lo que yo más temía en todo este asunto: que elx músicx me arruine el disco. No sucedió. Y cuando mi conjuntivitis, la vez que me robaron el celular, mis inseguridades, sus dolores en el cuerpo -que me comenta que relaciona con la tensión de hacer el nuevo disco- y sus mil ocupaciones o cuelgues me hicieron sentir que no tenía sentido realizar esta entrevista, la música –banda sonora de estos cuatro meses de preguntas− me devolvía la emoción y las ganas. Por ejemplo, hace unos días por primera vez le presté atención a “Canción Cataléptica” y cuando sentí: “pero es tan tierno ver cómo el dolor se va” corrí a casa y le metí pata a la edición. Qué se yo, realmente es medio intrasmisible.
Una de las palabras que más le escuché decir a Nahuel en entrevistas es “divertirme”. Pareciera ser su brújula. Eso, junto con su forma de hacer discos –mucha pasión y mucho mucho trabajo−, son las herramientas que le robo a mi músicx preferidx del momento, tan perfectamente contradictorix. Espero que ustedes puedan disfrutar este recorte de Nahuel Briones y, sobre todo, de la hermosura de sus canciones.
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Para que se zambullan de una en la música de Nahuel Briones:
Mi musa inspiradora: GUERRERA/SOLDADO
El alucinante disco anterior a ese: EL CRUCE DE LOS UNDERS
La nueva joya: EL NENE MINADO